Vueltaloca

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Location: Hermosillo, Sonora, Mexico

Thursday, October 06, 2005

PATA' E ' SHUSHO o el fin de la hipocondria.

Port Bou

Mikaël, Samuel y Célia
Un animalito que se parecia a Célia, visto en la carretera a Olot


Samuel prepara cena

Acampando en Olot, yo meditaba o ya estaba harta del turismo ecologico

Mikäel con suenio, frio y sin ganas de bucear en su casa de campania

Samuel, Pirineos

Mika, Samuel, Pirineos
Pirineos


Samuel nos muestra unas moritas encontradas en las Montanias de Ardèche


Yo cantando "Ar-de-cho, A-ar-de-cho, merveïlleus païs"

Rica comida de la mama de Samuel.


El jueves 29 de octubre llega Samuel, amigo y antiguo profesor de francés, a Albi. Paseamos por la ciudad, visitamos una catedral romanica y un palido hospital. Al final acampamos en un carro que lo tiene todo para ser casa. Esa noche la pase un poco inquieta pues me sentia enferma, a pesar de que la doctora y Samuel insistian que no era ninguna enfermedad, sino la reaccion somatizada del cambio de continente: lengua, gente, habitos y que un poco de reposo me bastaria para estar "bien chila". Sin creerles mucho, trate de dormir bien aunque fuera solo esa noche, de hacer un pacto con las molestias y que regresaran al dia siguiente o cuando les diera la gana. Fue ahi que empezo mi viaje curativo.

Al dia siguiente estabamos 300 km al sur, en Perpigan, ciudad por la que ningun frances da un quinto, pero que hasta ahora es la que mas me ha gustado en Francia. El clima soleado, las palmeras y la desuniformidad arquitectonica (un moderno y feo edificio de cristales seguido por un viejo palacete con cornizas de piedra, casas de puertas y ventanas de todos colores: el folclorico toque "comex" mexicano) le dan a Perpignan el ambiente de una ciudad entre latina y francesa. Ademas tiene los atardeceres mas bonitos que he visto por aqui. Despues de recoger a Mikaël y Célia, amigos de Samuel, seguimos a un par de playitas en la costa del mediterraneo, ya sobre la frontera espaniola. Siguio un campamento mas bajo la lluvia fria de Olot, Espania, para luego seguir a los Pirineos y llenarme de la atmosfera de Belle y Sebastian. De nuevo subimos a Francia: Perpignan (mi querido), el puerto de Sete (donde comimos el riquisimo spaghetti con mariscos que un chef con finta de marinero nos cocino) para llegar hasta Ardèche, donde por dos dias paseamos por montanitas frias. Hoy ya estoy de nuevo en Albi.

Salut au monde!